jueves, 8 de agosto de 2013

¿Qué es este blog?



  • En el blog "El mito de Don Juan Tenorio en el S. XIX", encontraremos una mirada analítica sobre la figura de Don Juan Tenorio a través de los textos literarios del S. XIX.
  • El objetivo de este blog es volcar los conocimientos e investigaciones realizadas para la asignatura  LITERATURA del S. XVIII y S. XIX, impartida en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Cádiz (UCA), en el curso 2012-2013, por la Profesora y Doctora Marieta Cantos Casenave.


  • Realización del Blog a cargo de un alumno de la misma: David H.O.

viernes, 2 de agosto de 2013

Introducción, el autor y la obra


El texto que conocemos, publicado por primera vez en Madrid en 1844 con el título de “Don Juan Tenorio: Drama religioso-fantástico en dos partes”, fue escrito por José Zorrilla, poeta y dramaturgo español perteneciente a la corriente literaria del romanticismo. La obra fue estructurada como un drama romántico escrito en dos partes, que representa una de las materializaciones más célebres e importantes del mito español de Don Juan, abordado ya con anterioridad por otros escritores.



Son comunes a esta obra muchas de las características básicas del romanticismo, si bien también se diferencia de ellas en algunos aspectos de esta versión de Don Juan Tenorio, especialmente al respecto de los elementos sobrenaturales y fantásticos (como el hecho de atravesar la puerta por parte de la escultura de Don Gonzalo, o la ascensión al cielo por parte de las ánimas de Doña Inés y Don Juan, representaciones no tan asociadas a los ideales del teatro romántico).




Estos aspectos, hicieron que años después su autor, José Zorrilla, se arrepintiera de incluirlos, y deseara cambiar el texto a posterior para darle un aire más naturalista y terreno a la obra, menos dado a fantasías. Algo que de cualquier forma nunca llegó a darse, ya que la obra de su Don Juan Tenorio estaba tan arraigada a la memoria colectiva del público, que este ni siquiera consideraba que la obra pudiera ser remozada o variada, ya que se sabían fragmentos y versos completos del texto.