miércoles, 31 de julio de 2013

Características de la obra Don Juan Tenorio

La obra está dividida en dos mitades, una primera compuesta por cuatro actos y una segunda por tres actos. 

No respeta la unidad de acción, y se representa en varios lugares, estableciendo además un transcurso temporal de cinco años entre la marcha de Don Juan y su regreso a la capital hispalense. En la obra, se mezcla lo trágico y lo cómico, con personajes como Brígida, la protectora de Doña Inés,  en lo humorístico, y otros en el drama, como Don Gonzalo, su padre.


El lenguaje utilizado por Zorrilla es grandilocuente y recargado, profundamente retórico, con versos de rima consonante de gran sonoridad, fáciles de recordar, que ayudan a que permanezcan en la memoria del público mediante el uso de la polimetría en los versos que componen la obra.


En ella, el tema principal es la salvación del pecador gracias al amor de una mujer, un tema recurrente en el siglo XIX y puramente de estética romántica. La salvación del alma por encima de la vida. La condición de vasallaje de la vida terrena en pos de la vida eterna. Los temas del temor a la muerte o el mundo de ultratumba, también están presentes en gran parte de la producción de obras literarias de la época, además de los que quizás fueron los escenarios más recurrentes en el teatro del romanticismo, es decir; los cementerios. En cuanto a sus personajes, en especial Doña Inés, es una fiel muestra de personaje femenino de la época, ya que representa el ideal de mujer romántica que solía retratarse en los textos del siglo XIX, con grande virtudes físicas y espirituales, y una grandeza destinada a salvar al protagonista, quien curiosamente, no es el héroe de la historia, papel que con toda justicia, debería recaer en la novicia. 

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